La idea de algo. Tal vez ocurrió pero al final no hay nada.
El día está lindo, el chocolate tiene sabor a naranja.
Pero…
¡Rápido! Deja de hacer lo que estás haciendo. No importa nada. Regresa. Anda, regresa.
Es algo inusual. Es extraño pues es algo que no debería ocurrir. Ya eres muy grande para que ocurra algo así.
Pero no importa porque el sentimiento es tan real. Esa sensación tan familiar pero nada común, pues es algo que casi no pasa.
En fin … hay que regresar.
Al llegar estoy aliviado, sabiendo que por fin sabré si todo fue real.
Es bueno confiar pero en estas situaciones no creo que sea buena idea.
No hace sentido, pero en fin. Hay que regresar.
Tal vez mañana volvamos.
Llego y nada. ¿Será que cuando ocurra de nuevo ya no caeré en la trampa?
No lo creo. Ante esto, es mejor no confiar.