El cambio climático representa la mayor amenaza para la humanidad en la actualidad y en las próximas décadas. Este es un tema que debe preocuparnos a todas las personas en el planeta; debemos comprometernos a entender el problema y cómo podemos contribuir en las diferentes soluciones.

En esta ocasión, me gustaría discutir con ustedes el libro “Climate Matters” del filósofo y economista, y profesor de la Universidad de Oxford, John Broome. Este es un libro muy interesante, con una perspectiva diferente del cambio climático.

Convencionalmente, el cambio climático se discute en términos muy complejos y científicos. Evidentemente, esto es muy importante ya que nos permite entender la complejidad del problema. Sin embargo, a través de este libro, podemos entender el cambio climático desde una perspectiva ética, que es poco convencional.

Me gustaría compartirles dos conceptos muy interesantes que aprendí leyendo este libro: la moralidad pública y privada. Es muy interesante lo que escribe el profesor Broom sobre estos conceptos. Al comprender esto, nos puede resultar más fácil comprender los roles éticos que tenemos los gobiernos y las y los ciudadanos en la lucha contra el cambio climático.

El profesor Broome explica que es muy importante diferenciar entre moralidad pública y privada cuando discutimos cómo, como sociedad, debemos luchar contra el cambio climático.

Por un lado, la moralidad pública está relacionada con lo que los gobiernos pueden hacer para promover el bien entre la sociedad. Podemos pensar en muchos ejemplos de gobiernos que promueven el bien. Por ejemplo, construir un hospital social que pueda ayudar a la gente pobre a sanar; construir una escuela de alta calidad en comunidades pobres que pueda ayudar a las y los niños a recibir una buena educación. Y así, muchos ejemplos.

Relacionando este concepto con el cambio climático, los gobiernos tienen el deber moral de realizar las acciones necesarias para combatir el cambio climático porque representa un beneficio para la sociedad (actual y futura). Esta es una primera idea que podemos aprender de la moralidad pública; su fin es generar beneficios entre la población, más que cualquier otra cosa.

¿Qué pueden hacer los gobiernos para combatir el cambio climático?

Por otro lado, la moralidad privada, más que buscar generar el bien (beneficios) en la sociedad (lo cual es muy difícil), está enfocada en la justicia (o evitar cometer injusticias). Esta es la principal diferencia entre la moralidad pública y privada, que nos puede ayudar a comprender cuál es nuestro rol ético en la lucha contra el cambio climático.

Si bien los gobiernos tienen la obligación de luchar contra el cambio climático, a través de proyectos específicos (para promover el bien), nosotros y nosotras, como sociedad, tenemos la obligación de evitar provocar cualquier daño a terceros(as), a través de nuestras acciones (o inacciones) que, además, contribuyan al cambio climático.

Lo que pasa es que a través de nuestro estilo de vida (con el que emitimos gases de efecto invernadero) afectamos a muchas personas. Irónicamente, algunas de estas personas no han influido en el cambio climático. El profesor Broom menciona las islas bajas del Pacífico, Tuvalu. Según el profesor, estas islas son, quizás, las más vulnerables al cambio climático, y lo peor del caso es que no han contribuido en nada. Este es un claro ejemplo de injusticia.

¿Qué podemos hacer como sociedad para evitar todas las injusticias que cometemos con nuestro estilo de vida?

Al final, la conclusión a la que llegué es que tanto los gobiernos como la sociedad tenemos que entender muy bien cuál es nuestro rol ético en la lucha contra el cambio climático. Cuando entendamos esto, podemos comenzar a discutir sobre qué podemos hacer todos y todas para luchar contra el cambio climático, así como cómo podemos colaborar.

Teniendo toda la información que tenemos sobre el cambio climático, es importante que después entendamos nuestros roles éticos porque, después de eso, sabremos mejor cómo usar esa información a nuestro favor, dependiendo si eres un tomador de decisiones en el gobierno o un simple ciudadano, quien se preocupa por cómo contribuir en la lucha contra el cambio climático.

Este libro puede ayudarte con eso. Te recomiendo ampliamente que lo leas.